Vitamina D: hechos y no medias verdades
Apenas hay un tema sobre el que circulen tantos conocimientos a medias y a tres cuartos y sobre el que tantas personas y canales en las redes sociales difundan cosas que a menudo tienen un poco de razón, pero no del todo. Así que el doc pone un poco de orden en el asunto.
¿Qué sabemos hoy?
Sabemos que la vitamina D puede tener al menos un efecto estabilizador en nuestra psique.
Sabemos que la vitamina D refuerza nuestro sistema inmunitario, lo que es especialmente importante en invierno.
Sabemos que la vitamina D es importante para las enfermedades crónicas y el cáncer.
Hay dos nuevas directrices de las sociedades endocrinológicas europea y estadounidense que dicen lo siguiente: administre vitamina D a los niños de 0 a 18 años en verano e invierno. Se espera una directriz alemana para la primavera/verano de 2026. En la práctica, ya hemos decidido aplicarla de la siguiente manera:
En los dos o tres primeros años de vida, es sensato dar 500 unidades al día. Después, algunas directrices dicen 800, otras 1000 - ambas están bien.
A medida que el niño se acerca a la pubertad, la ingesta diaria puede aumentarse a 2000 unidades.
Hay una advertencia contra los preparados de 20.000 unidades que se toman una vez a la semana. Esto se debe a que si te olvidas de tomarlos, no tienes nada y si tomas demasiada, puede causar daños - hay sobredosis perjudiciales de vitamina D.
También importante: no es necesario tomar suplementos demasiado caros que se combinan con vitamina K. Se afirma repetidamente que esto es importante, pero no es así; los suplementos puros de vitamina D son suficientes.
Y algo más es importante: no queremos comprobar constantemente nuestros niveles, ya que esto básicamente no conduce a nada. La inmensa mayoría de las personas de nuestro país tienen niveles que están justo por debajo de la norma o en el rango objetivo inferior. Los controles del nivel de vitamina D cuestan mucho dinero a las compañías de seguros médicos, pinchar a los niños duele y, por tanto, el asunto está realmente claro: recomendamos la ingesta continua y no realizamos controles rutinarios, salvo en el caso de niños con enfermedades crónicas o cáncer, lo que afortunadamente es poco frecuente.
El medicamento se puede adquirir con receta médica durante un máximo de 2 años, después de lo cual es una cuestión personal obtener los preparados en la farmacia o droguería.
He aquí otro consejo de podcast para profundizar: consilium, el podcast de pediatría con el Dr. Axel Enninger del Olgahospital de Stuttgart, trata el tema en detalle en el episodio 51. Puede escucharlo aquí y leerlo aquí.
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